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Cuenta la historia que a comienzos del siglo XVI cuando las pestes que invadieron Europa llegaron a Galicia, dos ancianas ofrecieron a San Lorenzo (patrón de Sabucedo) una pareja de caballos para liberarse de la peste y así, soltarlos al monte.

Desde entonces, cada año en este y otros pueblos gallegos se celebra esta fiesta tradicional en la que los aldeanos rezan al santo y se sube al monte al encuentro con las bestas. Los aloitadores saltan sobre ellas. En ese momento se produce una lucha, a veces brusca, otras sugiere un baile. Cortarles las crines y así desparasitarlos es su intención. Una vez finalizada la Rapa, las bestas de nuevo correran libres por los maravillosos montes de estas tierras.